Después de enterarme que mi Diputado Federal había votado a favor de los nuevos impuestos, decidí escribir esta carta:
No queremos más impuestos ni aumento de los mismos, queremos disminución del gasto público en sueldos de los legisladores y gobernantes, que nadie con puesto en el gobierno o dependencia de gobierno gane más que el presidente en la totalidad de sus ingresos, no sólo en sueldo.
Queremos que se amplíe la base gravable para "repartir" el gasto entre todos, pero no a través de más impuestos, sino a través de iniciativas para terminar con la piratería, los vendedores ambulantes, la evasión fiscal, la corrupción, por mencionar algunos, y realmente verificar que todos paguemos lo que debemos.
Queremos que pagar impuestos sea algo que nos dé gusto, que veamos que está siendo invertido en infraestructura, en educación, en creación de empleos, en México; en países como Canadá y Suecia, la gente no se queja de un “ISR” hasta de 40%, porque realmente se puede ver “el retorno a su inversión” en el nivel de educación, que aparte es GRATUITA hasta la universidad y sin cuotas ocultas, en la seguridad de sus calles, en la infraestructura de las calles, carreteras, etc.
Queremos que realmente desaparezcan los monopolios y oligopolios, que los sindicatos no se aprovechen de sus puestos, que los empleados de gobierno entren a concursos para poder ocupar puestos dentro del mismo, que no lo consigan sólo por conocer a alguien, porque les “debían” un favor a ellos o a alguien de su familia (como se están dando a conocer casos con los jueces) o porque "heredaron" o compraron la vacante (como sucede frecuentemente en Pemex, CFE, y con los maestros en escuelas públicas, por mencionar algunos).
Votar a favor de nuevos impuestos va en contra de "(Primero) la economía familiar", que si recuerdo correctamente fue más que una promesa de campaña sino el eslogan de la misma.